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    Sistema de Depreciación Fiscal

    Con el Sistema de Depreciación Fiscal podrás generar escenarios ilimitados donde podrás probar diferentes cálculos para revisar diversas inversiones dentro de los activos de tu empresa. La Depreciación Fiscal hoy en día es vital llevarla acabo de una manera correcta, ya que ese tipo de cifras y flujo de dinero dentro de una organización es necesario llevarlo bien contablemente.

    Otra cosa que puede servirte en el Sistema de Depreciación Fiscal es que en el caso de los terrenos, al contrario de lo que sucede con los demás activos fijos, al pasar el tiempo, en lugar de perder una parte de su valor por el uso, dichos bienes incrementan su valor. A este exceso de valor de los terrenos se le denomina, en el ambiente inmobiliario como “plusvalía”. Con este panorama tendrás el panorama general del movimiento del valor de tus activos.

    En nuestro Sistema de Depreciación Fiscal entendemos que el concepto se define como la pérdida de valor que sufren los activos fijos haciendo que su vida útil resulte limitada. La vida útil se determina con base en la experiencia y es determinada por expertos en el tema. Las causas de la depreciación fundamentalmente son dos: físicas y funcionales. Las causas físicas se refieren al desgaste producido por el uso o a la acción de los elementos naturales ya sea por él, por los elementos naturales al estar expuestos a la intemperie. Algunos activos se desgastan por una combinación de ambos.

    Depreciación Fiscal

    Se le conoce como la deducción de inversiones y es una depreciación en línea recta, con la particularidad de que es la misma autoridad la que establece la vida útil de los activos fijos. Esta deducción de inversiones causa un ajuste fiscal-financiero, conocido como conciliación, ya que la tasa de depreciación contable y fiscal son diferentes.

    No obstante, la mayoría de los Contadores aplican la depreciación de acuerdo con la Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR), es decir, aplican la deducción de inversiones a la depreciación contable, lo cual implica que no exista variación ente la depreciación contable y la fiscal.
    Esta depreciación no es un referente efectivo para conocer el desgaste de la vida útil de los activos, ya que la LISR establece la vida útil de los activos a través de los porcientos máximos y éstos no distinguen entre el tipo de negocio que se desarrolla.

    Los activos fijos que se utilizan dentro de las empresas sufren deméritos, precisamente por el uso que se le da y por el paso del tiempo. A esta pérdida de valor de los bienes se les conoce como “depreciación” y en materia contable, dicha depreciación deberá de reconocerse como un gasto, y en materia fiscal como una deducción autorizada (Deducción de Inversión). Todos esos elementos lo tomamos en el Sistema de Activos fijos y logramos darle el seguimiento contable y fiscal ofreciendo una solución con el Sistema de Depreciación Fiscal.